Honrar a los hombres grandes y buenos, es un deber

EDITORIAL

 

Honrar a los hombres grandes y buenos, es un deber

 

Honoring great and good man is a must

 

Una nueva etapa se abre en el registro de la producción científica de la revista incluida en el modelo de acceso abierto y el uso de las redes sociales, al concluir con el presente número un volumen más insertado en el proceso actual de reacreditación universitaria.

Por sobre cualquier adversidad y criterio desalentador que pudiera registrarse por aquellos que no han podido satisfacer sus intenciones editoriales, queda una etapa de intensa labor acompañadapor muchos más que, esforzados en lograr sus intenciones, con un voluntario tenaz esfuerzo, han permitido erguirnos juntospara superar limitaciones e incomprensiones, unas naturales del desarrollo, otras por insuficiencias en recursos diversos pero, que dan garantías de poder continuar en la Visióntrazada.

La inserción de la publicación entre las principales de calidad en el espectro de las científicas cubanas es un anhelado logro del esfuerzo conjunto entre autores, árbitros, editores y decisores institucionales con mayor o menor satisfacción delas partes, pero a la vez, garantía para una universidad certificada como es el caso de su patrocinadora.

En este gozo sería inadecuado obviarlo, una huella indeleble nos golpeó tres veces con la inesperada pérdida física de asesores científicos y árbitros de la revista, el Doctor en Ciencias Veterinarias Hildefonso Caridad Cabezas Alfonso(† 7 de septiembre), y los Profesores de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río doctores Rafael Ángel García Portela († 11 de octubre)y Marco Antonio Montano Díaz († 21 de octubre de 2017), acontecidas con escaso intervalo para continuar con su desaparición física, sus rutas hacia la inmortalidad a favor de una labor por el fortalecimiento de los valores que, invocados con demandada prolijidad, ofrecen con sus obras de vida una oportunidad que debemos saber conducir.

En tiempos de recuperación de daños de desastres naturales opor los propios hombres en su acción con la naturaleza donde la velocidad con andar acelerado como un componente de la globalización, limita el espacio de tiempo necesario que permita meditar la selección de decisiones acertadas; esas que luego dejan su huella en la historia, la que hacen los hombres y las mujeres quetambién y no enpocas veces, sin pensarla, derivanel ejemplo imperecedero que se recoge en hechos escritos o no, para aquellas generaciones que van y vienen haciendo presente y futuro.

El esfuerzo conjunto de tantas personas tuvo su formación en la labor integral de vida de esos verdaderos maestros. Se hace imprescindible pues, dejar esta impronta para marcar un antes y un después en su honor si sabemos hacer uso adecuado de la Doctrina Martiana donde expresa: "honrar a los que cumplieron con su deber es el modo más eficaz que se conoce hasta hoy de estimular a los demás a que lo cumplan".1


Dr. Joaquín Hilario Pérez Labrador

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1 José Martí. Carta a los cubanos, Nueva York, septiembre de 1980. Epistolario, t. 2, p. 217.



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